Por qué es tan importante la respiración durante el parto

Primero, relájate
Los nervios aumentan la tensión sobre los músculos, lo que comprime los vasos sanguíneos, haciendo que el feto reciba menos oxígeno. Controlar el ritmo respiratorio te ayudará a relajarte y a destensar tus músculos para que trabajen mejor, así el bebé recibirá más oxígeno y el parto durará menos. La clave está en respirar de forma lenta y rítmica. Un buen truco que te ayudará a relajarte será concentrarte en la respiración, contando mientras se inspira y se espira, tratando de hacerlo en un número de segundos determinados. Aumenta poco a poco los segundos para que tus respiraciones sean más profundas.

La fase de dilatación
En ella la respiración se irá adaptando al aumento de la dilatación e intensidad de las contracciones. La forma de respirar durante este período será la llamada “profunda o abdominal”, consistente en tomar aire por la nariz a medida que se hincha la tripa y expulsarlo mientras ésta se hunde. Se comenzará a inspirar de esta forma en el momento en que llegue cada contracción, pues durante ésta el aporte de oxígeno al feto disminuye mucho. Entre contracciones recupera la respiración normal.

Cuando las contracciones aumenten de intensidad se deberán hacer respiraciones más profundas, con exhalaciones lentas y controladas de forma consciente. Un truco para ello puede ser imaginar que se sopla la llama de una vela tratando de no apagarla.

Cuando las contracciones se hagan más frecuentes y dolorosas se aumentará también la frecuencia de la respiración, reduciendo los tiempos en que se inhala y se exhala: se inhalará de una vez (un tiempo) de forma profunda pero no tan lenta, y se exhalará en cuatro tiempos (contando hasta cuatro). Cuando lleguen las últimas contracciones antes de la expulsión del feto, se inhalará en un tiempo y se exhalará en otro.

Fase de expulsión
Durante la expulsión del feto se tomará aire con fuerza y se retendrá mientras se realice el pujo. Durante cada contracción tendrás que hacer varios pujos respirando de esta forma: entre pujo y pujo, haz respiraciones profundas.

El jadeo, consistente en inspirar y espirar por la boca, es un tipo de respiración que debe reservarse para cuando se tengan ganas de empujar y el médico o matrona nos indiquen lo contrario, pues serán las instrucciones del profesional médico o sanitario por las que deberás guiarte en última instancia.

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