Colegios británicos en Barcelona: aulas convertidas en espacios de pensamiento crítico

Otra manera de aprender

¿Sabías que el 65% de los niños que ingresan hoy a la educación primaria trabajarán en empleos que aún no existen? Este dato del Foro Económico Mundial obliga a replantearnos qué enseñamos y, sobre todo, cómo lo hacemos. La educación tradicional, basada en la memorización de datos, es cada vez menos funcional. ¿Hacia dónde se dirige la formación?

"En este colegio, mi hijo no memoriza, piensa". La frase la pronuncia Laura, madre de un alumno del Colegio educación primaria en Barcelona British School of Barcelona (BSB), y resume el cambio de paradigma que están experimentando las aulas en este centro que sigue el modelo educativo británico. Una forma de entender la educación en la que, en lugar de repetir lecciones de memoria, los alumnos aprenden a cuestionarlas.

El modelo de los colegios británicos de Barcelona no se basa en imponer conocimientos, sino en despertar la curiosidad. "Si estudiamos los ríos, no solo leemos sobre ellos: construimos maquetas, calculamos caudales y debatimos cómo afectan a las comunidades", detallan desde el centro.  El objetivo es que los estudiantes aprendan desde edades tempranas a saber argumentar, investigar y trabajar en equipo.

Por ello, los padres que buscan un Colegio de Educación Primaria en Barcelona no deben tomar su decisión en función de criterios geográficos o de instalaciones deportivas. Los padres deben priorizar un entorno que fomente la curiosidad intelectual y la resiliencia emocional.

Colegio británico en Barcelona

La filosofía del alto rendimiento para todos

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La inteligencia no es un rasgo fijo que viene determinado al nacer y que no se puede modificar. Esta premisa es la base de la filosofía High Performance Learning (HPL) que adoptan los centros británicos de vanguardia. Debido a ello, la creencia de este centro británico es que todos los alumnos pueden alcanzar un alto rendimiento si se les proporcionan las herramientas adecuadas. No existen etiquetas limitantes que clasifiquen a los estudiantes en "buenos" o "malos" según sus notas.

Por ello, el modelo educativo británico fomenta una mentalidad de crecimiento donde el esfuerzo y la práctica deliberada son los motores del éxito académico. En este camino, los profesores actúan como guías que desafían a los estudiantes a superar sus propias barreras mentales y expectativas. Así, el aula se transforma en un laboratorio de ideas donde se premia la iniciativa y la perseverancia.

Para hacer realidad esta forma de aprender, el modelo británico utiliza diferentes metodologías para implicar a los estudiantes. Algunas de las más frecuentes son:

  • Aprendizaje basado en proyectos. Los alumnos investigan durante un trimestre durante una temática concreta como, por ejemplo, "cómo afecta el plástico a los océanos". Tras la investigación, realizan una exposición con datos, maquetas y propuestas para reducir residuos en el colegio.
  • Debates estructurados. Asimismo, los niños practican argumentar con evidencias y con datos sobre diferentes temas de actualidad como "¿Deberían prohibirse los coches en el centro de Barcelona?"
  • Error como parte del proceso. El 'no sé' es el inicio del aprendizaje. Cuando un alumno falla, el profesor pregunta: "¿Qué harías diferente la próxima vez?".

A las metodologías anteriores, hay que añadir que las asignaturas se abordan de manera interconectada para fomentar una visión holísticadel conocimiento humano. Un proyecto de ciencias puede incluir redacción en inglés y cálculos matemáticos para resolver una incógnita planteada.

Así, los alumnos replican la realidad del mundo profesional, donde los problemas nunca vienen aislados por materias. Además, aprenden a conectar puntos y a utilizar recursos variados para encontrar soluciones innovadoras.

Las 'Soft Skills' como ventaja competitiva

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Otro de los puntos fuertes del modelo educativo británico es la importancia que dan al desarrollo de las habilidades blandas y que las máquinas o la inteligencia artificial no van a poder replicar fácilmente. El desarrollo de la empatía, la colaboración y la comunicación efectiva comienza mucho antes de la universidad.

En este periodo inicial educativo, los colegios británicos integran estas competencias, conocidas como soft skills, en el día a día del aula de primaria fomentando el trabajo en equipo, debatiendo ideas y aprendiendo a gestionar conflictos de forma constructiva.

La resilienciaes otra de las capacidades que se trabajan de forma transversal en este tipo de educación para que los estudiantes aprendan a superar desafíos que requieren paciencia y adaptación, y puedan gestionar la frustración y a entender que el camino hacia el éxito rara vez es una línea recta.

Una educación que además se da en un entorno multicultural y global. Los colegios internacionales en Barcelona ofrecen un microcosmos que refleja la realidad global y diversa del mundo. Convivir con compañeros de decenas de nacionalidades distintas ayuda a los alumnos a normalizar la diferencia y fomentar el respeto mutuo, desarrollando a la vez una mentalidad abierta y una sensibilidad cultural que será su mayor activo profesional.

Con esta visión, el dominio del inglés es solo la punta del iceberg en esta inmersión lingüística y culturalcompleta. Los niños interiorizan diferentes formas de ver el mundo y aprenden a comunicarse en contextos diversos.


No cabe duda de que sobre la educación primaria se construye todo el desarrollo posterior de la persona. De ahí, la importancia para los padres de elegir un modelo que fomente el pensamiento crítico y la autonomía. Es una inversión de futuro incalculable.

Algo que cada día ponen de manifiesto los colegios británicos en Barcelona donde se demuestra que es posible combinar la exigencia académica con el desarrollo humano integral. Preparar a los hijos para el futuro no es darles respuestas, sino enseñarles a hacerse las preguntas correctas.

 

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