¿Has salido de cuentas y el bebé no nace?

Ha pasado la fecha probable de parto y el bebé no quiere salir. A estas alturas y en esta etapa del embarazo, lo que más deseas es verle la carita a tu bebé.

La maleta lleva semanas preparada y preside el vestíbulo en un claro aviso. Pero nada. El niño parece decidido a quedarse más de lo previsto al calor de tu vientre. Algunos bebés asoman la nariz antes de hora, mientras otros se toman su tiempo y superan los plazos... ¡Cada uno a su ritmo!

¿Qué hace este niño que no quiere salir?

¡Engordar! El bebé consagra las últimas semanas de embarazo a ponerse ?regordete?, aumentando unos 100 gramos cada semana. Acumula reservas para sus primeros días de vida que, al fin y al cabo, son bastante agotadores. • Se pone guapo: además de volverse más rollizo, el niño da el último toque a su aspecto. Por ejemplo, le sigue creciendo el pelo. • En cambio, esos días de más no sirven para perfeccionar su desarrollo: los últimos órganos que maduran (los pulmones y el hígado) llevan ya 15 días operativos.

¿Por qué no se inicia el parto?

No es fácil averiguar cuándo sales de cuentas. En principio, la primera ecografía permite al tocólogo determinar la fecha del parto con un margen de error de una semana. En cambio, las rectificaciones que puedan hacerte en la segunda o tercera ecografía no son fiables. Puede que tengan en cuenta la altura del niño, lo que no constituye un criterio adecuado. • Tienes antecedentes familiares. ¿Y tú?, ¿naciste pasada la fecha prevista• ¿Tu hermana dio a luz tres días después de salir de cuentas• Entonces, tienes muchas posibilidades de que te ocurra lo mismo. Ciertos factores familiares y genéticos pueden explicar ese retraso.

¿Por qué no debe retrasarse demasiado?

• La placenta está ?diseñada• para funcionar 41 semanas. Después, envejece y desempeña peor su papel, especialmente la oxigenación del niño. • A partir del día en que sales de cuentas, te controlarán cada 48 horas. Medirán el ritmo cardiaco del feto por monitorización, te harán una ecografía para comprobar que la cantidad de líquido amniótico no ha disminuido demasiado (signo de envejecimiento de la placenta) y contarán el número de movimientos del bebé para determinar su vitalidad y detectar un posible sufrimiento. También te realizarán un examen general para poder actuar, sobre todo, en caso de hipertensión. • Normalmente, una vez has salido de cuentas, el equipo médico no espera más de una semana para provocar el parto. Porque, pasado ese tiempo, el riesgo de sufrimiento del feto, debido sobre todo a una mala oxigenación, es ya demasiado grande. Pero eso depende de las costumbres del equipo, de los resultados de los exámenes y de tu estado de salud (con hipertensión o diabetes, por ejemplo, está contraindicado sobrepasar la fecha prevista). Algunos médicos provocan el parto a los tres días de retraso, mientras otros esperan hasta diez días.

¿Cómo conseguir que nazca?

Provocando el parto. Es algo que apenas tiene incidencia en el desarrollo del alumbramiento. El equipo médico simplemente ?engaña• a tu cuerpo aplicando uno o varios de los métodos siguientes: • depositando en la vagina prostaglandinas (en forma de gel o comprimidos). Estas sustancias hormonales provocan cambios en el cuello del útero e inducen las contracciones • administrándote oxitocina gota a gota. Esta hormona, que normalmente secreta la hipófisis durante el parto, provoca las contracciones. Tu cuerpo la hubiera secretado si el parto se hubiera iniciado de forma natural, por lo que no tienes nada que temer, ni por ti ni por el niño • rompiendo la bolsa de aguas, lo que desencadena el parto. Artículo redactado por Pascale Garés con el Dr. Jean Thévenot, tocoginecólogo. ____________________________________________________


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