Los deberes del colegio para los padres

Los deberes del colegio para los padres

Tuve que confeccionar un esmoquin para la función de fin de curso a partir de un trozo de tela negra.

Jorge ya está en el segundo ciclo de Educación infantil. De vez en cuando, sale del cole con un papelito en la mano, ahí es cuando pienso: “uich, ya tenemos deberes”. Afortunadamente, las actividades que nos están llegando este año son facilitas y rápidas de hacer.

El año pasado, sin embargo, en la Escuela infantil, no dábamos abasto. En una ocasión, nos tuvimos que llevar a casa a las mascotas de la clase, hacer fotos, imprimirlas y pegarlas en el álbum de la clase, y todo ello el fin de semana en el que nos mudábamos de casa.

Otro día nos tocó buscar piñas para hacer un mural de otoño. Me recorrí varios parques cercanos a mi casa y no había piñas por ninguna parte. Por fin las encontré, pero aunque secas, seguían en el pino. Terminé encaramada al árbol mientras tres abuelillos que estaban en un banco me iban dando instrucciones de qué rama mover para que cayeran las dichosas piñas.

Pero, el remate del tomate, fue a final de curso. Nos dieron una hojita con un dibujo de un esmoquin, una tela negra y hala a confeccionar un traje para la función. Tuve que hacer un chaleco y unos pantalones, mi suegra me ayudó con la pajarita. Me gusta coser, pero soy famosa por lo chapucera que puedo ser con las manualidades y hacer un traje no es meter un bajo. Así que después de tres semanas de coser, descoser y desesperarme llegó el día de la función. Mi pobre hijo iba con un chaleco desigual y unos pantalones pitillo, la pajarita sin embargo, estaba perfecta. Menos mal que muchas otras madres tenían el mismo conocimiento que yo de la aguja.

Este año, hemos tenido menos deberes, afortunadamente claro, porque me pilla con dos niños y el día no me da para casi nada. Tuvimos que llevarnos un fin de semana a la mascota de la clase, de paseo y hacer fotos. Hay que decir que la mascota era más grande que mi hijo, que de bajito no tiene nada. El resto han sido actividades de dibujar, cortar y pegar.

Hoy me comentaba una compañera de trabajo: "te vas a enterar cuando lleguen los deberes de verdad". Así que aquí estoy esperando a que aparezcan los temidos deberes de matemáticas, mi gran bestia negra. ¿Os cuento un secreto? Sigo contando con los dedos… y bien despacito no me vaya a equivocar.


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