Cómo evitar la episiotomía

La episiotomía, ese pequeño corte que se hace en la zona del perineo a muchas mujeres durante el parto, es temido por muchas embarazadas. Pese a que ya no es una práctica general y se hace sólo a quien lo necesita, te contamos cómo puedes contribuir a menguar las probabilidades de que te la practiquen.

Aunque ya no es una practica de rutina, la decisión final de realizar una episiotomía va a depender de la matrona u obstetra que atiende el parto, en función de cómo distienda la musculatura del periné, si el parto es difícil o instrumental, el bebé es demasiado grande o alguna otra causa. No obstante, se pueden realizar algunas técnicas para disminuir la posibilidad de necesitar una episiotomía: • Masaje perineal: consiste en aplicar aceite de rosa mosqueta en la zona vulvar y en la parte más exterior de la vagina, introduciendo el dedo pulgar si lo haces tú misma o con el dedo índice y medio si lo realiza tu pareja, masajeando en media luna y de dentro hacia fuera de la vagina durante 10 minutos cada día a partir de la semana 28-30 de gestación, hidratando así la mucosa vaginal y musculatura del perineo. • Ejercicios de Kegel: Se pueden realizar desde el inicio de la gestación y consiste en contraer la musculatura perineal (los músculos que rodean la uretra, la vagina y el recto) como si se quisiera retener la orina y realizarlo unas 10 -15 veces al día. • Clases de yoga/pilates: Las tablas de ejercicios dirigidas a embarazadas ayudan a mejorar el tono de la musculatura pélvica. • Control de los pujos: En el momento del parto, durante el expulsivo, se pueden realizar los pujos en expiración (es decir, soltando el aire por la boca sin retenerlo en los pulmones). • Compartir con el ginecólogo o la matrona la intención de que la episiotomía no sea rutinaria.

¿Volverá la musculatura del suelo pélvico a la normalidad?

Los músculos del periné quedan débiles y laxos, después de la distensión que se produce durante la salida del bebé, pero normalmente vuelven a su tono inicial unas 6 semanas tras el parto. También va a disminuir el tamaño y volumen del útero, descendiendo 1 cm/día hasta desaparecer dentro de la pelvis hacia el décimo día posparto. Teniendo en cuenta los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer durante las 6 semanas posteriores al nacimiento, muchas mujeres están molestas, doloridas, asexuadas y extrañas con sus cuerpos; otras en cambio, se sienten satisfechas, sorprendidas con su capacidad de amamantar a su hijo y felices por ser madres. Antes de iniciar las relaciones sexuales, masajea con aceite de rosa mosqueta la cicatriz de la episiotomía o desagarro para valorar si aun tienes molestias y escozor; si te encuentras preparada, usa algún lubricante vaginal para las primeras relaciones sexuales. Ana Tejeda Matrona


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