Educar a los niños en la tolerancia. Educar en valores

Cómo enseñar a los niños a ser tolerantes

Aunque las condiciones que pueden desencadenar la intolerancia existen en todas las personas y sociedades, los conflictos que genera el mundo actual, caracterizado por la globalización y la revolución tecnológica, exigen un mayor esfuerzo educativo en los principios del respeto mutuo. Por ello es tan importante educar a los niños en la tolerancia, debemos enseñar el valor de la tolerancia desde la infancia.

Educar a los niños en la tolerancia

La intolerancia en la sociedad

La intolerancia es un fenómeno complejo, que es influido por lo que pensamos, lo que sentimos y por cómo nos comportamos. Es decir, que incluye tres componentes en torno a los cuales hay que orientar la educación: •
- El componente cognitivo: consiste en un conjunto de creencias muy simplistas y estereotipadas sobre las características de las personas que forman parte de un grupo. •
- El componente emocional: consiste en una valoración negativa del otro grupo, junto con sentimientos de hostilidad y rechazo hacia las personas que lo componen. •
- La disposición a comportarnos de forma negativa con los miembros de otro grupo (rechazándolos, marginándolos...).

La intolerancia suele basarse en una simplificación de la realidad social en el que solo existen dos categorías, sin matices ni situaciones intermedias: buenos y malos, amigos y enemigos, los que pertenecen al propio grupo y los que no pertenecen a él, perfección absoluta o imperfección total.

Educar a los niños en la tolerancia

Educar a los niños en valores. La tolerancia

Educar para la tolerancia no es solo necesario para hacer una sociedad más justa y solidaria, sino también una cuestión de egoísmo inteligente, un requisito para mejorar la calidad de la vida y enseñar a construir la felicidad desde la educación.

Las situaciones en las que se siente un alto nivel de inseguridad e incertidumbre, sobre todo en relación a la propia identidad, pueden activar la intolerancia. Los cambios originados por la globalización y la revolución tecnológica producen una serie de conflictos y tensiones. Y como expresión de los cuales cabe destacar, por ejemplo, algunas contradicciones que debemos enseñar a afrontar:

  • Disponemos de más información que nunca, pero cada día es más difícil entender lo que nos sucede y predecir lo que va a pasar.
  • Tenemos más recursos técnicos para comunicarnos, pero aumenta el riesgo de aislamiento y exclusión social.
  • Debemos relacionarnos en un contexto cada vez más multicultural y heterogéneo y estamos expuestos a una fuerte presión homogeneizadora.
  • Respeto mutuo y derechos humanos como fin y límite de la tolerancia.

Pautas para educar a los niños en la tolerancia:

1. Hay que empezar a educar para la tolerancia desde la primera infancia, proporcionando valores y relaciones basados en la empatía.

2. Para desarrollar la tolerancia hay que enseñar desde edades tempranas a afrontar la incertidumbre y el conflicto.

3. Es imposible adaptarse al complejo mundo actual desde el absolutismo o las categorías blanco-negro.

4. Las personas más tolerantes han aprendido a detectar y a corregir la intolerancia, a través de habilidades que es necesario enseñar, para que pueda comprenderse.

5. Conviene proporcionar desde la infancia oportunidades de calidad en contextos heterogéneos.

6. Hay que favorecer la construcción de una identidad diferenciada y positiva basada en la tolerancia y los derechos humanos.

Adolescencia e intolerancia

Los estudios realizados sobre la violencia racista y xenófoba producida durante los años 90 reflejan que los agresores eran con frecuencia adolescentes varones de edades comprendidas entre los 15 y los 20 años, que habían abandonado la escuela o que tenían importantes dificultades en dicho contexto.

Además de la incertidumbre y falta de proyecto vital de dichos adolescentes, suelen destacarse como condiciones que favorecen esta violencia: el efecto de contagio que tiene la divulgación de la violencia por los medios de comunicación entre los individuos más vulnerables a dicha influencia; y la débil respuesta proporcionada por el resto de la sociedad en la condena de la violencia, que suele ser interpretada por estos adolescentes como un apoyo implícito, como que, aunque en teoría se rechaza la violencia, en la práctica se permite.

Los resultados obtenidos en nuestras investigaciones con estudiantes de Secundaria en España reflejan que los adolescentes que se identifican con bandas intolerantes y violentas se diferencian, además, del resto de sus compañeros de clase por un razonamiento moral menos desarrollado (más absolutista e individualista); justificar la violencia y utilizarla con más frecuencia; llevarse mal con los profesores; ser rechazados por los otros chicos de la clase, y ser percibidos como agresivos, con fuerte necesidad de protagonismo, inmaduros, antipáticos y con dificultad para comprender la debilidad de los demás. Perfil que refleja como causas posibles de la intolerancia y la violencia la dificultad para sentirse aceptado y reconocido por la escuela y el sistema social en el que se incluye.

María José Díaz-Aguado Catedrática de Psicología de la Educación, Universidad Complutense

María José Díaz-Aguado. Catedrática

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Comentarios (1)

06 nov 2022 03:09 Stephany

Excelente, está primera parte , quisiera tener esté ejemplar en mi correo, si podrían darmelo, muchas gracias y que Dios siga otorgándole mucha sabiduría para ser de bendición para muchos