Vacaciones en familia: ¡relajaos!

Lleváis semanas organizando las vacaciones familiares. Pero, llegado el momento, las cosas no van según lo previsto. Hace mal tiempo, faltan actividades o amigos para divertirse... Los niños se aburren. Estos consejos os ayudarán a improvisar y pasar buenos ratos, en cualquier circunstancia.

Vacaciones en familia. ¡Relajaos!

Enfrentaos a lo imprevisto en vacaciones

Todos nos podemos equivocar al escoger las vacaciones: los padres, sobre el interés del lugar y, los hijos, sobre la elección de la actividad. Lo esencial es reaccionar con flexibilidad: cuando un niño se aburre, hay que saber improvisar y cambiar la organización. Podemos invitar a un amigo o a unos primos para que vengan a pasar con nosotros el final de las vacaciones, ir a acampar al pueblo de al lado... Además, para los días de lluvia, conviene llevar en la maleta juegos de mesa que ocupen poco (una baraja, por ejemplo) y, para las actividades más solitarias, un cuaderno de dibujo o de juegos, papel para escribir y libros.

Relajaos

De tanto querer organizarlo todo para que nadie se aburra, podemos olvidar simplemente... ¡que estamos de vacaciones! Nada de obligaciones, ni de exceso de actividades: tenemos que respirar, y nuestros hijos también. Pasa lo que pase, transportamos en las maletas nuestro modo de vivir. Los padres que acostumbran a invitar, que van hacia los demás y hacia el exterior, se comportan del mismo modo en vacaciones. A través de su modo de vida, ofrecen a sus hijos relaciones sociales ricas e intensas. Lo que no impedirá que, unos y otros, se aburran de vez en cuando. ¿Normal, no?

Valorad el aburrimiento

Aburrirse se ha convertido en algo poco común y valioso. Sobre todo para nuestros hijos. En estos tiempos en que reinan la tele e Internet, parece que tienen menos imaginación, que son menos capaces de crear su propio mundo. Cuando apagamos la tele, se “aburren”... Sin embargo, los niños tienen recursos insospechados para encontrar ocupaciones, pero esos recursos están hoy infrautilizados. Hay que reaccionar a tiempo cuando nos dicen “me aburro” y esperan todo de nosotros. Y si, en vacaciones, el niño quiere que le dejen vivir tranquilamente, “porque estamos en vacaciones”, hay que saber escucharle. Si él lo vive de forma positiva, tomaos también vosotros vuestro tiempo para aburriros...

Sophie Coucharrière

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