Alimentación del niño de los 3 a los 14 años

Pautas alimenticias para niños en edad escolar

El periodo escolar comienza a los 6 años, momento en el que el niño inicia la escuela, y termina con el comienzo de la pubertad, generalmente hacia los 12 o 14 años. Ya antes, desde los 3 años, los niños comienzan a adquirir hábitos alimenticios que sentarán las bases de su futura alimentación. Conocer las necesidades alimenticias de los niños según van creciendo te ayudarán a educar a tu hijo en la correcta alimentación.

Alimentación para niños de 3 a 14 años

Alimentación del niño de los 3 a los 5 años

El periodo escolar junto con el periodo preescolar (de 3 a 5 años) corresponde a la llamada etapa de crecimiento estable. En esta etapa, las necesidades de crecimiento son menores que en la etapas anterior y posterior a la infancia. Se caracteriza por una gradual desaceleración del ritmo de crecimiento lineal, aunque siendo regular y sostenido, y una aceleración de la curva de peso.

En la etapa preescolar previa el niño ya ha adquirido la base de sus hábitos en lo que hace referencia a las factores sociales y ambientales quedando influído por los hábitos y costumbres de la cultura que le rodea. Es por ello una etapa especialmente importante para que el niño aprenda a desarrollar unos hábitos alimentarios saludables. Si todo esto se ha iniciado ya en la etapa presescolar, es ahora en el periodo escolar en el que se debe seguir manteniendo estos hábitos y reforzarlos.

Alimentación del niño de los 6 a los 10 años

Dentro de esta edad escolar los niños siguen teniendo un crecimiento lento y mantenido y tienen un aumento progresivo de la actividad física. Adaptan sus comidas al horario escolar y frecuentemente consumen calorías vacías entre horas.

En esta etapa el niño empieza a ser mas regular en cuanto a la cantidad de comida ingerida. Es muy importante mantener un regularidad en las comidas, intentando comer con los padres si es posible o en el colegio con el resto de los compañeros. Así, se deberá intentar mantener el ritmo de al menos cuatro y aun mejor cinco comidas regulares: desayuno, media mañana (según el horario de las comidas), comida, merienda y cena.

Muchas veces resulta inevitable el consumo de tentempiés o chucherías entre las comidas, pero hay que intentar que sea el mínimo posible. Ante todo siempre hay que evitar que consuma estos alimentos viendo la televisión, por lo que es recomendable limitar el número de horas que el niño ve la televisión a una o como mucho dos al día, ya que favorece tanto el consumo de alimentos basura conocidos también como fast-food, como el sedentarismo, promoviendo ambos factores la obesidad y la hipercolesterolemia.

Alimentación del niño de 11 a 14 años

El otro grupo de 11 a 14 años es mas heterogéneo ya que en el conviven niños en distintos estadios de maduración. En esta etapa aumenta el ritmo de crecimiento y la mayor actividad física exige mayor aporte energético. Las comidas suelen ser desordenadas y aumenta el consumo de alimentos basura.

El niño en esta etapa desarrolla un estilo de comida más independiente y lejos de la vigilancia de los padres. Esta fase de la vida se caracteriza por presentar un crecimiento más regular y mantenido, con una desaceleración evidente del mismo previa al estirón puberal que en las niñas ocurre entre los 8-10 años y en los niños hacia los 10-12 años. Simultáneamente existe un aumento espontáneo del apetito, en contraposición con la etapa previa, y que con frecuencia da lugar a obesidad.

Errores más frecuentes en la alimentación de los niños

Las múltiples encuestas realizadas sobre la alimentación del niño en este periodo revelan una serie de errores comunes, el más frecuente es un inadecuado reparto energético durante la jornada, ingestas de desayunos hipocalóricos. El desayuno lo hacen de forma rápida y sin compañía de los familiares, por lo que suele ser escaso y deficiente.

Otro error importante es el consumo elevado de ácido saturados, sal y colesterol vehiculizado por la ingesta excesiva de bollería
industrial, frituras, carnes precocinadas. Asimismo, existe una ingesta de azúcares de absorción rápida y bebidas azucaradas. Algunos niños comen en el colegio, otros fuera de casa, comidas fáciles ("fast food") ricas en calorías, pero pobres en micronutrientes y fibra, y por la tarde toman golosinas como merienda.

Generalmente, el aporte de calcio suele ser escaso, por el menor consumo de leche y derivados.

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