Cómo ayudarle a aprender una poesía

Desde 1.º hasta 6.º, a lo largo de la Primaria, una parte de los deberes de los alumnos consiste en el aprendizaje de poesías. Aunque los niños son sensibles al ritmo y a la sonoridad de los poemas, el trabajo de memorización suele resultarles fastidioso y, a veces, difícil. A continuación os ofrecemos algunos consejos para que vuestro hijo o vuestra hija aprenda a memorizar e interpretar bien las poesías

Comprender para memorizar e interpretar bien

Para recitar no basta con memorizar. También hay que realizar un trabajo de dicción y de interpretación. Para que un niño recite una poesía pausadamente y con entonaciones variadas, antes tiene que haber comprendido su significado. Por eso, lo primero es asegurarse de que ha captado la historia y de que ha comprendido bien las palabras más arduas. En clase, los alumnos ya han trabajado la poesía: la han leído, la maestra se la ha explicado y luego la han copiado en un cuaderno, pero puede que aún queden cosas por entender. Luego, el niño tiene que apropiarse de la poesía para poder memorizarla bien. Ayudadle a que exprese lo que siente o a establecer correspondencias con sus vivencias. ¿Qué piensa de tal imagen? ¿Ha sentido lo mismo alguna vez? ¿Habría reaccionado como el protagonista o los personajes que aparecen? Prestad atención también al dibujo que el niño tiene que hacer en el cuaderno, junto al poema: constituye su primera traducción personal del texto.

Leer juntos, en voz alta

“Aprender de memoria no es imprimir una página escrita en la cabeza -explica Arnaud Décarsin, fundador de la compañía Les Tireurs de Langue-, el texto está destinado a ser recitado por alguien y la respiración es esencial”. Leed varias veces la poesía con el niño en voz alta y con tranquilidad antes de pasar al aprendizaje propiamente dicho. Así se irá familiarizando con las rimas y los juegos de palabras y descubrirá la construcción interna del texto. Enseñadle a marcar la puntuación con las inflexiones de voz y a detenerse para coger aire.

Aprender paso a paso

Las poesías se aprenden frase a frase, verso a verso, estrofa a estrofa. “Aprender el texto mientras se hace otra cosa –cocinar, pasearse...- puede ayudar al niño, prosigue Décarsin. También se pueden organizar pequeños juegos: el adulto dice un verso, el niño continúa, el adulto le releva... Así, el recitado se convierte en una conversación y el niño se acostumbra a presentar el poema ante la audiencia. Aurélie Djavadi


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