¿Cuándo hay que acudir al logopeda?

Aprende a identificar señales de alerta para llevar tu hijo al especialista logopeda.

¿El ceceo de vuestro hijo o de vuestra hija no desaparece con la edad? ¿Estáis preocupados porque tiene dificultades para aprender a leer y a escribir? Es importante detectar posibles trastornos y remediarlos para lograr una buena progresión escolar. Marie-Jo Rancon, logopeda, nos indica los pasos a seguir.

¿Los logopedas pueden tratar a los niños pequeños?

La logopedia se ocupa de la detección, la revisión y la reeducación de los trastornos del lenguaje oral y escrito. Por eso, los logopedas suelen trabajar con niños a partir de los 3 años –a veces más pequeños, cuando existe una discapacidad sensorial, motora o mental- y sin límite de edad. A veces, los adultos también acuden al logopeda, por ejemplo, tras una intervención quirúrgica, o cuando sufren trastornos no tratados en la infancia (tartamudeo, defectos de pronunciación...) o trastornos de la voz.

¿Cuáles son las consultas más comunes?

Según Marie-Jo Rancon, actualmente, la mayoría de los casos están relacionados con problemas de dislexia y de disortografía, es decir, con trastornos del aprendizaje de la lectura y la ortografía. Resolver esos trastornos es imprescindible, ya que impiden la progresión escolar del niño. El lenguaje oral también ocupa un lugar importante: problemas de articulación o retrasos de palabra o de lenguaje. Cuanto más temprana es la detección y la resolución del problema, antes puede el niño adquirir un nivel de lengua satisfactorio para abordar el lenguaje escrito en buenas condiciones.

¿Hay que preocuparse?

No conviene precipitarse. El dominio de la lengua oral, como el de la lectura y la ortografía, es un proceso complejo, con sus avances y sus momentos de estancamiento, con dificultades pasajeras y progresos a veces fulgurantes. Sin embargo, en caso de duda, conviene hablar primero con el equipo educativo del colegio: ellos conocen al niño y pueden orientar a los padres. Luego, hay que consultar al médico (de cabecera o pediatra), que comprobará si el niño ve bien, oye bien y no tiene problemas motores. Por ejemplo, cuando un niño de 4 años aún no dice el final de las palabras o las transforma, puede ser debido a otitis persistentes y repetitivas que, durante un cierto tiempo, le han impedido desarrollar la agudeza auditiva.

¿Qué es una revisión logopédica?

Si el médico lo considera necesario, pide una revisión logopédica que debe realizar un logopeda. En la primera etapa de la prueba, el logopeda se informa sobre la primera infancia del niño, sobre sus hermanos, su escolaridad y los posibles antecedentes familiares. Luego, el niño realiza unas pruebas. La revisión termina con una entrevista con los padres en la que el logopeda hace una evaluación y explica, si es necesario, la reeducación que habrá que llevar a cabo. Es el momento adecuado para que los padres plateen todas las dudas y cuestiones que les preocupan.

¿Cómo transcurre una visita al ortofonista?

Vuestro hijo tiene que acudir a reeducación logopédica. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son las claves de su éxito?

¿Cuánto tiempo dura una sesión en el logopeda?

La duración de cada sesión varía en función del trastorno que hay que reeducar. Para la articulación son 30 minutos, de 40 a 45 minutos para los trastornos del lenguaje escrito y, en caso de discapacidad, como la sordera, la sesión puede prolongarse una hora. En la mayoría de los casos son entre 10 y 50 sesiones en total, a razón de una o dos por semana. Si es necesaria una prolongación, puede que se solicite una nueva revisión y otra serie de sesiones de reeducación ortofónica.

¿Cómo poner al alcance del niño todos los medios para que supere cuanto antes las dificultades?

Marie-Jo Rancon, logopeda, subraya la importancia de una buena acogida y de una relación positiva para que el niño consiga superar sus dificultades. “Desde la primera sesión, el niño tiene que sentirse valorado, bien considerado tal como es. Se deben reconocer sus éxitos y no tener en cuenta solo los aprendizajes deficientes o no alcanzados. Todos los niños tienen talentos: hay que hacérselos descubrir para que sirvan de apoyo en otros terrenos en los que no se desenvuelven tan bien. A veces, los niños que tienen un retraso en el lenguaje no hablan durante una sesión o dos. Pero no importa: les propongo un juego o les cuento una historia. Con este rodeo, poco a poco, el niño empieza a querer mantener intercambios conmigo y entra sin temor en el trabajo reeducativo”.

¿De qué modo se crea el vínculo entre el reeducador y el niño?

Es importante que el niño note que existe una verdadera alianza entre las personas que intentan ayudarle: padres, logopeda y reeducador. “Siempre procuro mantener contactos con los reeducadores de todos los niños que tengo a mi cargo, explica Marie-Jo Rancon. Hacemos balance al menos una vez al trimestre, aunque sea solo por teléfono. Y cuando eso es imposible, nos comunicamos a través de un cuadernito que el niño lleva de un adulto a otro y en el que cada uno anota lo que necesite”. A veces ese contacto no se establece, no por falta de voluntad, sino por falta de disponibilidad. “Nos falta tiempo para trabajar en colaboración en este terreno”, dice Régine, reeducadora en Educación Infantil. Pero, cuando esa colaboración se establece, hay muchas probabilidades de que los progresos del niño sean regulares y visibles. Entrevista de Sylvie Thierry-Askevis a Marie-Jo Rancon

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Comentarios (1)

03 ago 2016 13:03 Chari

Mi hijo de 4 años intenta hablar pero vocaliza y no se le entiende. Tiene muchos problemas para comer, solo quiere el triturado y va al logopeda pero no le veo ninguna mejoría. Puede tener alguna deficiencia o solo es un retraso en el habla. Los médicos no me ayudan demasiado. Si me han dicho que quizas haya que rebajarle las amigdalas. Estoy bastante preocupada ya.