yoga en familia

5 ejercicios de yoga para practicar en familia

¿Y si hiciéramos yogajuntos? Imitar a los animales, por ejemplo poniéndose en cuclillas como una rana o redondeando la espalda como un gato, es el primer paso para iniciarse en el yoga. Os proponemos 5 ejercicios lúdicos de yoga para practicar en familia.

Posturas de yoga para practicar en familia

Elisabeth Jouanne es maestra de Educación Infantil y profesora de yoga. Cada mes escribe la sección de yoga para Caracola.

En la clase de Elisabeth, al empezar la mañana, los niños escuchan a la maestra con atención: "Vamos a ocuparnos de quitar el cansancio del cuerpo", dice. A continuación hacen una serie de ejercicios de respiración ("hinchamos la tripa como un globo"), estiramientos ("cogemos el sol y lo llevamos al corazón") o automasajes ("nos aseamos como un gato") que gustan mucho a los niños.

Una vez liberadas las tensiones, con el cuerpo y la mente aireados, los niños están más tranquilos, más dispuestos a recibir los aprendizajes.

"Estos minutos de yoga son auténticas pausas indispensables en una vida escolar ruidosa y agitada", subraya Elisabeth, que lo comprueba en una clase que se desarrolla plenamente día a día.

Y los padres, que se alegran de ver cómo los niños "juegan al yoga" en casa, también perciben los beneficios.

Cinco posturas de yoga para practicar en familia

1. El árbol mecido por el viento: la postura del árbol nos ayuda a calmarnos cuando estamos agitados o nerviosos.

2. La abeja: la postura de la abeja es una torsión sentados. Calma el nerviosismo y ventila los pulmones gracias a la apertura de la caja torácica. Durante la torsión a derecha e izquierda, podemos decir al niño que imite el sonido de la abeja para profundizar en la exhalación. ¡Así la postura es más lúdica!

3. La tortuga: la postura de la tortuga hace que la excitación se desvanezca, da sensación de seguridad y ayuda a tomar conciencia de que somos responsables de nuestro cuerpo.

4. La rana: con la postura de la rana, flexibilizamos las articulaciones de las caderas y de las rodillas, ¡y nos reímos mucho!

5. ¡Hola, sol!: para empezar bien el día, nos estiramos con esta versión simplificada del famoso saludo al sol.

Texto: Elisabeth Jouanne

 

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