La encina y la caña. Fábula para niños de La Fontaine

Cuentos cortos con moraleja, en prosa y en verso

Te invitamos a leer con tus hijos la fábula La encina y la caña de Jean de la Fontaine, uno de los fabulistas más conocidos. Este relato clásico también fue recogido por el escritor griego Esopo, aunque en esta ocasión te ofrecemos la versión, tnato en verso como en prosa del escritor francés.

Y es que, este breve cuento con moraleja contiene una importante enseñanza que transmitir a los niños para educarles en valores: en ocasiones, los soberbios se burlan de los demás y les miran por encima del hombro, pero al final, su soberbia puede con ellos y son destruídos; por el contrario, los humildes con su constancia y perseverancia, pueden superar las adversidades y los peligros. 

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Fábula en prosa: La encina y la caña

Fábula de la caña y la encina

Dijo la Encina a la Caña:

- ¡Cuánta razón tienes para quejarte de la naturaleza!. Un pajarillo es para ti un enorme peso; la brisa más ligera, que riza la superficie del agua, te hace inclinar la cabeza. Por el contrario, mi copa no sólo detiene los rayos del sol; sino que también desafía a la tempestad. Para ti, todo es vendaval ; para mí, brisa suave. Si nacieses, a lo menos, al abrigo de mi follaje, no padecerías tanto: yo te defendería de la borrasca. Pero casi siempre brotas en las húmedas orillas del reino de los vientos. ¡Injusta ha sido contigo la naturaleza!

- Tu compasión, respondió la Caña, prueba tu buena naturaleza; pero no te apures. Los vientos no son tan temibles para mí como para ti. Me inclino y me doblo, pero no me quiebro. Hasta el presente has podido resistir las mayores ráfagas sin inclinar el espinazo; pero nadie es dichoso hasta el final.

Apenas dijo estas palabras, de los confines del horizonte acude furibundo el más terrible huracán. El árbol resiste, la caña se inclina; el viento redobla sus esfuerzos, y tanto sopla y sopla, que al fin arranca de cuajo a la Encina.

Moraleja: ante la adversidad y los problemas, el soberbio cae y el humilde resiste.

Fábula en verso de La Fontaine

Dijo un día la encina,
hablando con la caña:

- Con sobrada razón, oh pobrecita,
te pudieras quejar de la fortuna.
Cualquiera pajarito
es para ti una carga muy pesada,
y el soplo más ligero,
que puede apenas encrespar la tersa
superficie del agua,
te obliga a dar de hocicos en el polvo.
Al contrario, mi copa,
cual eminente Caúcaso elevada,
del sol se opone a los ardientes rayos,
e insulta y desafía
al ímpetu ruidoso de los vientos.
Al menos si te hubieses
criado aquí al abrigo de los ramos
con que cubro este monte,
vivieras más segura,
guarecida por mí de las tormentas;
pero tú, desdichada,
creces sobre esa descubierta playa,
a ser débil juguete de los cierzos.
Por cierto que contigo
anduvo bien crüel naturaleza.

- Amiga, yo agradezco
tu compasión, le respondió la caña;
mas no tengas cuidado,
pues yo, doblando el cuello a los embates
del viento, más segura
estoy que tú, por más que hayas altiva
resistido hasta ahora. Vamos viendo.

Mientras la caña hablaba,
del opuesto horizonte
un recio vendaval se precipita
con furia tempestuosa.
Al punto se encorvó la débil caña,
mas la robusta encina
resiste a los embates,
hasta que al fin, doblando sus esfuerzos
el viento asolador, descuaja y troncha
al árbol que escondía
su alta copa en las nubes
y su raíz en el profundo abismo.

Preguntas de comprensión lectora para niños

Para fomentar la comprensión de la lectura desde la infancia, te proponemos que realices a tus hijos preguntas sobre lo que han leído, preguntas como estas: 

- ¿Cuáles son los dos protagonistas de la lectura?

- ¿Cómo actúa el árbol frente a la encima?

- ¿Qué ocurrió con el árbol y la encina tras el paso del huracán?

- ¿Qué actitud crees que es más valorable, la de la encina o la de la caña?


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