El globo que no explota: experimento para niños

Experimento casero para hacer con niños

¿Te da miedo que el globo explote? Cierra los ojos y tápate las orejas, va a explotar... pero un pinchazo de aguja no tiene ningún efecto en este globo. Este experimento casero te va a fascinar.

Un truco ayuda a garantizar que un globo pueda tener un pinchazo de aguja sin explotar. Sin embargo, si el globo está demasiado hinchado o si el celo no se pega bien, se puede ver cómo se raja. Estas rajas están repartidas por todo el globo como una cremallera que se abre sola muy rápidamente.

El globo que no explota: experimento para niños

¿Qué necesitas?

  • Un globo
  • Una aguja
  • Celo

¿Qué hay que hacer?

1. Infla un globo y ciérralo con un nudo. Pega un trozo de celo en el globo.

Experimento infantil de globo que no explota paso 1

2. Ahora, clava lentamente la ajuga en el globo por el trozo donde está el celo.

Experimento infantil de globo que no explota paso 2

3. Veréis que el globo no explota.

Experimento infantil de globo que no explota paso 3

4. Además cuando se quita la aguja, el globo no se desinfla inmediatamente.

Experimento infantil de globo que no explota paso 4

5. El aire no saldrá del balón de forma rápida sino de forma uy lenta y contínua a través del agujero minúsculo que la aguja ha hecho en el globo.

6. Se puede sentir el aire que sale si ponemos el globo muy cerca del rostro.

Experimento infantil de globo que no explota paso 2

¿Qué ocurre?

Normalmente, un globo inflado debe explotar de repente con un fuerte golpe si se pincha. El porqué: a partir del minúsculo agujero se forma una raja que se prolonga inmediatamente a través del globo. Se puede ver esto en lo que queda del globo cuando se desinfla ya que se ve que ha explotado dejando un montón de pedazos. Con el celo, se puede evitar que se forme una raja al pinchar con una aguja. En este experimento, el celo evita que el balón se rompa. Sin embargo, si el balón está demasiado inflado o si el celo no se pega bien, se puede ver cómo se forman las rajas. Estas rajas se reparten por todo el globo como una cremallera que se abre sola muy rápidamente.

¿Por qué ocurre esto?

El caucho se compone de largas cadenas de moléculas de carbono entre las cuales se incorporan enlaces de azufre. Al soplar para inflar el globo, estos enlaces de azufre actúan como resortes elásticos. Cuando la dilatación es demasiado fuerte, se rasgan. En un globo, un pinchazo de aguja es suficiente para provocar la rotura de estos enlaces de azufre y en un instante el globo explota.

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