Estrategias de aprendizaje para niños

Técnicas para ayudar a los niños a estudiar

Es importante ayudar a los niños a adoptar unas técnicas de estudio. Dotar y entrenar a nuestros estudiantes en estrategias de aprendizaje adecuadas que les ayude a compaginar el tiempo de su vida escolar, familiar y social. Los padres y profesores tienen un papel fundamental en esta tarea. Conocer las diferentes estrategias de aprendizaje para niños ayudará a dar pautas correctas de estudio a los niños y que estos tengan unos buenos resultados escolares.

Cómo organizar el trabajo para casa de los niños

Estrategias de aprendizaje

Conviene acostumbrar a los niños desde muy pequeños en el uso de las agendas, a la planificación del tiempo y a saber que de las 24 horas del día, descontando el tiempo dedicado a necesidades básicas, como dormir, comer, estancia en el centro escolar y trayectos, les van a quedar muy pocas horas para poder dedicarlas a las tareas escolares. Lo primero que debemos hacer es, por tanto, ayudar a nuestros hijos a llevar un registro y análisis de sus actividades diarias durante una semana entera, incluido el fin de semana, siguiendo estas pautas:

- Programar las actividades, tanto las diarias como las semanales.
- Dividir claramente el estudio de la diversión.
- Aprovechar los ratos libres.
- Elegir bien las actividades extraescolares y sus horarios. No utilizarlas como premio y castigo de las notas.
- No dejar para más adelante el comienzo del estudio.
- No olvidar la fecha límite para estudiar.
- Perdonarse los incumplimientos de horarios de estudio, pero incorporarlos y ajustar de nuevo la planificación.

El lugar de estudio para un niño

Debe ser un lugar para trabajar. En la actualidad, los niños disfrutan de auténticos "apartamentos" dotados de toda clase de comodidades en sus habitaciones: TV, videoconsola, cadena musical, ordenador, mesas y sillas ergonómicas..., pero son tantas las distracciones, que lo último que apetece es coger el libro de estudio y abrirlo. Por ello, es preciso delimitar un espacio para estudiar o hacer deberes, libre de distracciones, para el trabajo y dejar hasta la Secundaria el estudio fuera de casa, en bibliotecas o en casas de amigos, ya que estas prácticas exigen mayor responsabilidad del alumno.

¿Tiene el niño que memorizar?

¿Hay que estudiar repitiendo y repitiendo lo leído? Obviamente, no. Hay que hacer uso de las técnicas de subrayado, realización de esquemas y mapas conceptuales para elaborar y codificar de la mejor manera posible la información extraída. Un error observado en mi experiencia escolar es la utilización de la técnica de subrayado dictada por el profesor de la materia. En efecto, en las primeras etapas educativas el docente va indicando a los alumnos qué deben señalar o subrayar, lo que tienen que escribir en el esquema... Es un error, porque los alumnos tienen que elaborar por sí mismos la información desde pequeños. Enseñar técnicas de memoria, reglas mnemotécnicas, puede resultar muy útil para los alumnos. La repetición, las imágenes mentales, las palabras-gancho, los listados, acrósticos y demás, han gozado de gran predicamento en tiempos cercanos.

Los niños deben repasar y revisar los deberes

Es fundamental. La falta de tiempo, dejar el estudio para el último día, el pensar que ya ha hecho su lectura, el esquema, etc., conduce a que el día del examen el alumno se quede con la mente en blanco: el tema, el dato, le resuena en la memoria pero no acaba de evocarlo y mucho menos de expresar satisfactoriamente su contenido. La revisión tiene como objetivo la elaboración de materiales que faciliten en lo posible el proceso de memorización y recuerdo: fichas de síntesis, tablas terminológicas, fichas de preguntas/problemas, etc.

Consejos para ayudar a los niños en el aprendizaje

A veces el problema no es el lugar de estudio apropiado, ni el horario, ni las técnicas instrumentales, sino algo tan frecuente como son las distracciones.

Es importante prestarles atención sobre todo en la adolescencia. Los cambios hormonales, la presión del grupo (no está de moda estudiar mucho, ser un empollón) y la exigencia creciente del medio familiar y escolar ante su fututo profesional hacen que para algunos chavales estudiar resulte muy difícil o casi imposible. Muchos alumnos de historial académico impecable comienzan a fracasar al ser incapaces de adaptarse a la presión de tantas demandas.

Los que han atravesado etapas anteriores con dificultad y han arrastrado problemas de aprendizaje que no han solucionado pueden empeorar aún más sus resultados académicos, lo que les puede conducir al fracaso escolar y al abandono del colegio antes incluso de superar la etapa de escolaridad obligatoria. En situaciones así, conviene dejarles muy claro que se estudia PARA UNO MISMO y que es un derecho de todo ciudadano pero también un deber para con la sociedad.

También, y de manera clara y explícita, el adolescente debe encontrar consecuencias inmediatas a su falta de responsabilidad. No se puede suspender y pretender ir a esquiar en la Semana Blanca, salir todos los fines de semana o comprarse todos los caprichos, o dejar de estudiar y quedarse en casa sin hacer nada.

María Peñafiel. Psicóloga

Artículos relacionados

Comentarios

¡Sé el primero en comentar!