El bebé todavía no está cabeza abajo

Bebés que nacen en posición de nalgas

La mayoría de los niños vienen al mundo con la cabeza por delante. Sin embargo, algunos no dan la “voltereta” necesaria y se quedan con las nalgas hacia abajo.

¿Es lo que le ocurre a tu bebé? Antes de pronunciarse sobre la posición definitiva que presentará durante el parto, conviene tener paciencia, porque el niño puede colocarse cabeza abajo de forma tardía.

Posición del bebé en el embarazo

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Durante el séptimo mes de vida intrauterina, muchos bebés permanecen con la cabeza, que es la parte más voluminosa de su cuerpo, hacia arriba. En la mayoría de los casos, se giran entre el séptimo y el octavo mes, colocándose con la cabeza hacia abajo y las nalgas hacia arriba: es una posición que casi seguro conservarán hasta el momento de nacer.

No todos los niños realizan ese giro en el mismo periodo. Los más tranquilos esperan al último momento para darse la vuelta. Y unos pocos, un 3%, permanecen cabeza arriba hasta el momento del parto. Entonces se dice que el niño se presenta de nalgas.

Las dos variantes posibles más comunes son “de nalgas completas” y “de nalgas puras o francas”. En la presentación de nalgas completas, el bebé está sentado con las piernas cruzadas. Supone la tercera parte de los partos de nalgas. Y en la presentación de nalgas puras o francas, el niño está como plegado en dos, con las nalgas hacia abajo y las piernas estiradas.

Ayudar al bebé a estar boca abajo para el parto

Si el bebé no está cabeza abajo, el médico puede intentar girarlo para darle la oportunidad de venir al mundo asomando primero la cabeza. Esa maniobra se llama “versión” y consiste en manipular al bebé a través del vientre para incitarlo a colocarse boca abajo.

Resulta eficaz en la mitad de los casos más o menos. Se realiza bajo control ecográfico y monitorización para descartar cualquier riesgo de vueltas del cordón umbilical.

La “versión” puede estar contraindicada si el bebé parece frágil, si está ya muy encajado en la pelvis, si es muy grande, si la cantidad de líquido amniótico es pequeña o si el útero se contrae con demasiada facilidad.

Por estas diversas razones, algunos equipos médicos prefieren intervenir bastante pronto, hacia el 7.º mes de embarazo, cuando el niño aún tiene espacio para darse la vuelta. Pero entonces existe la posibilidad de que recupere la posición inicial al cabo de unos días.

El bebé que nace de nalgas

Si tu hijo viene de nalgas, el médico te pedirá que te hagas una radiopelvimetría. Esta radiografía, que no comporta riesgo alguno para el futuro bebé, permite apreciar el diámetro de tu pelvis. Si parece que la cabeza del niño es demasiado grande para el paso del que dispone, se programará una cesárea.

El parto vaginal es posible si el niño no es demasiado grande y tu pelvis suficientemente ancha. Además, la dilatación del cuello del útero tiene que ser espontánea, regular y rápida. Para facilitar el paso de la cabeza durante la expulsión, se realiza casi sistemáticamente una episiotomía.

El parto será pues un poco más complicado que otros, pero estará muy bien preparado y tú bien rodeada de buenas razones para estar tranquila.

Marie Auffret-Pericone. Redactora de Bayard Press France

Dr. Ghada Hatem.Ginecólogo


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