Masajes para embarazadas

Los masajes son una rutina sencilla que puede proporcionar mucho alivio a los dolores que padece la embarazada a consecuencia de los cambios en su cuerpo. Te contamos cómo hacerlo.

El masaje durante el embarazo reduce el cansancio y el estrés, activa la circulación y alivia la tensión y el dolor de espalda producidos por el aumento de peso de la madre y el bebé.

La posición idónea para recibir masajes durante el embarazo es tumbarse de lado, ayudada por almohadas, y nunca antes del segundo trimestre de embarazo, paro no influir lo más mínimo en los importantes cambios físicos que se dan durante las primeras semanas en el cuerpo de la futura mamá. La frecuencia para darlos sería de una vez por semana durante el segundo trimestre y dos o más para el tercero.

La técnica

Para empezar, lo primero es encontrar un compañero o compañera que acceda a darnos el masaje. Puede sonar tonto pero, ¡no siempre puede resultar fácil! Hay que preocuparse de aprender la técnica que, aunque no es complicada, requiere cierta atención. Se realiza con las yemas de los dedos o las palmas de las manos, o combinando ambos, y consiste en hacer series de los siguientes movimientos:

-Presiones suaves, desde el cuello hasta la base de la espalda, con la palma de la mano. Para moderar mejor la presión, una técnica es apoyar la palma de la mano izquierda e imprimir la fuerza sobre el dorso de ésta con la derecha. La presión deberá aumentar de forma progresiva, nunca bruscamente.

- Movimientos circulares, con la yema de los pulgares, a lo largo de la base de la espalda. La presión en este caso debe ser suave.

- Presión profunda a los lados de la región sacra (justo el final de la columna) con las yemas de los dedos.

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