Diabetes gestacional en la embarazada

Ser diabética durante la gestación

La diabetes gestacional es aquella que aparece o se diagnostica por primera vez durante el embarazo. Consiste en una alteración del metabolismo de los hidratos de carbono; el páncreas no produce suficiente insulina y se produce un aumento de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia). Suele desaparecer tras el parto, para reaparecer en embarazos consecutivos. Asimismo, padecer diabetes gestacional aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes tipo II a lo largo de la vida.

Diabetes durante el embarazo

Diabetes gestacional en la embarazada

Existen una serie de factores de riesgo relacionados con la presencia de diabetes gestacional:

- Hormonas del embarazo. Poseen un efecto diabetogénico.

- Historia familiar de diabetes.

- Historia personal de diabetes gestacional en embarazos anteriores.

- Antecedentes de hijos macrosómicos.

- Antecedentes de abortos de repetición.

- Edad mayor de 35 años.

- Obesidad.

- Hipertensión arterial.

Cuando una embarazada con diabetes gestacional no recibe tratamiento, pueden aparecer una serie de complicaciones:

- Amenaza de parto prematuro.

- Preeclampsia (hipertensión inducida por el embarazo).

- Infecciones, sobre todo vaginales y urinarias.

- Traumatismo obstétrico (aumento del número de cesáreas).

- Macrosomía. Excesivo crecimiento del bebé dentro del útero.

- CIR. Crecimiento intrauterino retardado del bebé.

- En el recién nacido: hipoglucemia, dificultad respiratoria e ictericia.

La diabetes gestacional suele ser asintomática, y se manifiesta exclusivamente a través de sus complicaciones. La única forma de disminuir los efectos negativos que puede tener sobre la salud materno-fetal es realizar un cribado sistemático durante el embarazo.

Por ello, entre las semanas 24 y 28 de gestación se practica el test de O´Sullivan a todas las embarazadas. Consiste en determinar la glucemia una hora después de ingerir 50 gramos de glucosa.

Si el resultado es positivo, se realiza una prueba más completa llamada sobrecarga oral de glucosa (SOG), con el objetivo de hacer un diagnóstico definitivo.

Cuando se confirma la presencia de diabetes gestacional, la embarazada suele ser remitida a una unidad de embarazo patológico, donde es seguida y controlada conjuntamente por un obstetra y en endocrinólogo.

Los pilares del tratamiento es hacer dieta y practicar ejercicio habitualmente. Si de esta manera no se consiguen glucemias normales, el médico recetará insulina.

Para asegurar un correcto control glucémico, la embarazada ha de aprender a determinarse los niveles de glucosa en sangre capilar mediante un aparato llamado glucómetro.

Aurora Fernández-Cañadas. Matrona


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