Estimulación infantil a través del ejercicio físico de los niños

Consejos para estimular a bebés y niños con actividad física

Durante los primeros años de vida, los niños comienzan a familiarizarse con las nociones abstractas. La actividad física es una valiosa ayuda para facilitar los aprendizajes “Intelectuales”.

Las actividades físicas son una ayuda para los aprendizajes “intelectuales”. Los niños deben empezar a familiarizarse con determinadas nociones abstractas (las líneas rectas, las curvas, etc.) que le permitirán abordar en buenas condiciones los aprendizajes en el colegio.

Actividad física de los niños

Consejos para la estimulación infantil

Si tiene la posibilidad de experimentar con el cuerpo esas nociones, le será más fácil comprenderlas. Un ejemplo: cuando el niño pasa “bajo” un banco o “sobre” un banco, experimenta los conceptos “debajo” y “encima”, imprescindibles para organizar el espacio o comprender la disposición de la página de un libro.

Cuando se inclina para hacer una voltereta, cuando se estira para reptar por un túnel, etc., vive físicamente las nociones de “curva” y “recta”, aunque todavía necesita que un adulto esté a su lado y traduzca en palabras sus movimientos: “Cuando te encoges y te haces un ovillo, tienes la forma de una curva”.

Trabajar con las manos sirve para muchísimas cosas! Cuando un niño pinta, mezcla el azul y el rojo y descubre que obtiene violeta, ¿qué ocurre? Pues que está viviendo una experiencia concreta del concepto abstracto de la adición: la suma de dos términos da un tercero diferente. Significa percibirlo de manera tangible, con los sentidos.

Cuando el niño juega con los cochecitos y ordena por un lado los rojos y por otro los azules, está estableciendo categorías. Y todo proceso de pensamiento comienza por la diferenciación, la seriación. Cuando recorta o cuando ensarta bolas, desarrolla la motricidad fina y la habilidad de los dedos, que más adelante sujetarán el bolígrafo para escribir. Estas experiencias físicas no las proporcionan, por ejemplo, los videojuegos o la tele.

Moverse y manipular objetos también es más beneficioso para el desarrollo del niño que el “ocio de pantalla”. Frente a un videojuego, el niño se encuentra ante una lógica bipolar: con el ratón o el joystick, debe ir hacia arriba o hacia abajo, a la izquierda o a la derecha. Y, al hacerlo, no desarrolla su capacidad de pensar de manera compleja y, en todo caso, mucho menos que cuando construye una torre con los cubos y busca el medio para que no se caigan.

Entrevista de Isabelle Gravillon a Susane B. Robert-Ouvray

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