Actividades con los bebés

Así aprenden nuestros hijos mientras jugamos

Nada más nacer, el bebé se pasa muchas horas durmiendo, pero siempre hay momentos para compartir con él multitud de experiencias. No es tan difícil. Generalmente, ni siquiera hace falta un material específico, la mayor parte de sus aprendizajes tienen lugar en el devenir normal de su vida cotidiana.

Sentar las bases
Primero es importante favorecer sus sentimientos de confianza y competencia cuando se enfrenta a distintos desafíos. Si el bebé comparte y disfruta con vosotros actividades variadas –aunque sean espontáneas-, experimenta con ellas el éxito y se le anima a “probar de nuevo” tras un intento fallido, y si además recibe vuestro amor independientemente de su rendimiento, desarrollará sin duda actitudes y habilidades que potenciarán su crecimiento en todas las áreas del desarrollo.

Los bebés y sus necesidades
Cada bebé es diferente. Ni todos tienen los mismos intereses, ni todos avanzan a la misma velocidad, pero casi todos siguen la misma secuencia de desarrollo y aprenden mejor mediante la repetición y la imitación. Han de explorar, descubrir, probar y fallar y celebrar con vosotros sus logros. Y si se os acaban los recursos, en el mercado hay infinidad de bibliografía en la que os sugieren numerosas actividades para hacer con vuestros bebés.

Ante todo, equilibrio
Una vez satisfechas sus necesidades físicas y afectivas, el niño podrá dirigir su atención hacia el entorno. La personalidad de cada bebé se expresará en su forma de jugar y hará saber al adulto cuáles son las actividades que le parecen más atractivas o que más le divierten. Pero no hay que olvidar, que cada juego es una oportunidad de aprendizaje y por lo tanto hay que estimular todas las áreas de desarrollo. Todo es importante: descubrir colores llamativos y objetos que se mueven, embelesarse con los susurros y las nanas, sentir las cosquillas y los abrazos, reconocer el aroma del perfume de su madre, probar distintos alimentos, sentir que entendemos sus gorgoritos y sus llantos, alcanzar los juguetes con sus manos y poder tirarlos a placer…y conquistar el mundo rodando, gateando, caminando y escalando.

No hay prisa para que el niño alcance determinadas habilidades. Lo mejor es exponerlo a la máxima cantidad de nuevas experiencias y dejar que vuestro instinto y la forma en la que vuestro hijo responde os guíen.

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