Adolescentes con complejos

Cómo atajar los complejos en la adolescencia

Para los adolescentes, no es fácil sentirse bien en su propia piel, es muy común encontrarnos con adolescentes con complejos: no les gusta su nariz, su pelo o su cuerpo. Se comparan con los famosos que ven en la televisión o las revistas y su imagen está muy alejada de la de sus ídolos. Os ofrecemos unos consejos prácticos para ayudar a vuestro hijo o a vuestra hija adolescente a vivir mejor este periodo de profundos cambios físicos.

Cómo evitar los complejos en la adolescencia

Adolescentes con complejos

Cuidar la higiene corporal en la adolescencia: al combatir el cabello graso, el acné o el olor corporal se pone remedio también a los complejos: se acabó el lamentarse de forma pasiva ante el espejo, ¡hay que actuar! Es la mejor manera de recuperar la confianza en uno mismo. Lavarse y cuidarse también es un modo de reconciliarse con el propio cuerpo, de aceptarlo, con sus defectos y sus cualidades.

No abusar del espejo: cuando nos contemplamos en el espejo, la mirada se centra en lo que nos desagrada. Sin embargo, no es el espejo el que desfigura, sino nuestra mirada. Porque, además, estamos inmóviles, lo que nunca ocurre en una situación natural. Los demás nos ven en movimiento. Es así como realmente interesa ver el cuerpo, animado. Marta nos pone un ejemplo: “Un día, me puse delante del espejo, me miré la nariz, y la vi enorme. Luego me fijé en que tenía las cejas gruesas y mi nariz se achicó”.

No compararse con los famosos: En muchas revistas, las fotos de los famosos están retocadas: los programas de tratamiento de imagen permiten “limpiar” la piel, ocultar las ojeras, blanquear los dientes... Y aunque algunos no han pasado por el quirófano, muchos se han “rehecho” la nariz, los labios, los pechos o el mentón. Si vuestro hijo o vuestra hija os habla de cirugía estética, hay que decirle que la adolescencia no es un buen momento para decidir este tipo de transformaciones. El cuerpo y la personalidad tienen que estar bien definidos, cosa que no ocurre en esta etapa de la vida.

Dar tiempo al tiempo: no es fácil gustarse cuando las señales de la pubertad aparecen por cualquier parte del cuerpo y de la cara, pero todo el mundo (o casi) pasa por esta transformación. “Estoy pasando la misma pubertad que mi hermana, se dice Marta a sí misma tranquilizándose. Ella me da hoy una imagen positiva de cómo seré en el futuro”. Saber que estamos dentro de una crisálida y que vamos a convertirnos en una mariposa ayuda a tener paciencia.

Florence Lotthé. Periodista

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Comentarios (1)

28 sep 2013 03:10 juana ines guillen

Mpatese muy intrersante el tema yo estoy despues de criar mi hijo ahora me toca mi nieto esta en esa misma etapa que es tan dolorosa para ellos por eso es adolescencia por que todo les duele, y mestoy dispuesta a solbrellevar esta prueba y quiero aprender mas de los niños de hoy que son tan especiales y tan pegados a la tecnologia ..gracias.