Edema agudo de pulmón (cardiogénico)

Toda situación que eleve la presión capilar pulmonar provocará un edema agudo de pulmón. La aparición de edema pulmonar puede ser secundaria a infarto agudo de miocardio o a insuficiencia cardíaca izquierda de cualquier origen (crisis hipertensiva, arritmias cardíacas) o presentarse en cardiopatías crónicas o valvulares (estenosis mitral) descompensadas (por aumento de la presión arterial, arritmias, hipoxemia).

Dra. Isabel Morales de Alava
Especialista en Medicina Familiar
CLINICA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

¿Qué es?

Se define como el cuadro clínico secundario a insuficiencia aguda del ventrículo izquierdo o por una estenosis de la válvula mitral, con el consiguiente aumento de la presión capilar pulmonar y extravasación de líquido al intersticio y alvéolos pulmonares. Constituye una emergencia cardiológica grave que, generalmente, responde favorablemente al tratamiento precoz.

¿Cuáles son las causas?

Toda situación que eleve la presión capilar pulmonar provocará un edema agudo de pulmón. La aparición de edema pulmonar puede ser secundaria a infarto agudo de miocardio o a insuficiencia cardíaca izquierda de cualquier origen (crisis hipertensiva, arritmias cardíacas) o presentarse en cardiopatías crónicas o valvulares (estenosis mitral) descompensadas (por aumento de la presión arterial, arritmias, hipoxemia). Dentro de este apartado debe también incluirse el edema pulmonar por sobrecarga líquida (o síndrome de congestión venosa) que se produce en pacientes que reciben, por necesidades terapéuticas, aporte masivo de líquidos, cristaloides o sangre, sobre todo si el funcionalismo renal se halla alterado. Puede presentarse en pacientes con traumatismos graves o con hemopatías malignas sometidos a pautas poliquimioterápicas. Por último, se han descrito otras formas de edema: por obstrucción grave y brusca de la vía respiratoria principal o tras el drenaje súbito y masivo de un neumotórax.

¿Cuáles son los síntomas?

El comienzo del cuadro suele ser abrupto, frecuentemente nocturno. El síntoma principal es la dificultad para respirar (disnea), puede aparecer al realizar determinados ejercicios físicos o, en casos más graves, en reposo. En muchas ocasiones el paciente no tolerará permanecer tumbado teniendo que estar incorporado (ortopnea). Otros de los síntomas son: mal estado general, inquietud, angustia, sudoración abundante, frialdad en la piel, tos con expectoración sonrosada, disminución de la cantidad de orina, aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la frecuencia respiratoria con uso de la musculatura accesoria para conseguir la ventilación, etc.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se basa fundamentalmente en la exploración física del enfermo y la radiografía de tórax. Es muy característica la auscultación pulmonar en la que se oyen los llamados crepitantes húmedos, en ambas bases pulmonares, debidos a la trasudación del contenido del capilar sanguíneo hacia el alvéolo. La radiografía de tórax es el estudio más útil para el diagnóstico del edema agudo de pulmón y nos mostrará la presencia de líquido en el espacio pulmonar, en ocasiones también se observará un aumento del tamaño del corazón (cardiomegalia). Para completar el diagnóstico se realizará un electrocardiograma, que ayudará a identificar si existe una cardiopatía de base que haya desencadenado el cuadro, y una analítica de sangre y orina.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de este cuadro tiene tres objetivos:

  • Mejorar la ventilación pulmonar a través de la administración de oxígeno y fármacos broncodilatadores
  • Disminuir la presión venocapilar para intentar disminuir la congestión pulmonar mediante la administración de fármacos diuréticos (que aumenten la eliminación de líquidos a través de la orina) y fármacos con acción dilatadora de las venas (que disminuyan la cantidad de sangre que llega al corazón).
  • Tratamiento de la enfermedad causal que ha desencadenado el cuadro.

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