Llegan las vacaciones

Disfruta y aprende con tus hijos en tu tiempo libre

… Y con ellas podremos escapar de la rutina y reponer energías. Todos necesitamos descansar, pero esto no significa no hacer nada o perder el tiempo. Al disminuir las obligaciones laborales, podremos retomar actividades que tuvimos que relegar durante el año e intensificar los lazos familiares.

Tiempo de aprendizajes
El niño aprende a través de sus vivencias. Cualquier ocasión es buena para desarrollar su motricidad y su inteligencia. No es necesario proponerles actividades muy estructuradas para descubrir un mundo apasionante con diversos paisajes, personas, objetos y animales nuevos. Para aprender disfrutando, puede bastar con pasar más horas al aire libre y aprovechar las ocasiones que le brinda el entorno. Buscar conchas por la playa, recopilar diferentes tipos de hojas en la montaña para clasificarlas más tarde, visitar un museo, aprender a nadar o a montar en bicicleta… son actividades que no sólo favorecen la adquisición de nuevos conceptos y el desarrollo de habilidades psicomotrices, también es posibles que estimulen su apetito y favorezcan su sueño.

Más relaciones sociales
Durante las vacaciones hay más ocasiones para relacionarse con familiares a los que no se ve habitualmente. Y en una relación distendida con abuelos, tíos y primos interiorizará su rol dentro del grupo familiar y le permitirá sentirse un miembro activo. Por otra parte, al ir familiarizándose con el entorno, visitando el barrio, sus tiendas, el parque, las zonas de entretenimiento, la piscina… conocerá a gente nueva y podrá hacer nuevos amigos.

Posibles inseguridades
Al cambiar de residencia, grupo de amigos y rutinas, es posible que algún niño reaccione con algo de inseguridad y de ansiedad. La comprensión, afecto y previsión de los padres, le darán la estabilidad que necesita para que se adapte con mayor rapidez a dichos cambios. Le puede ayudar mantener en lo posible sus costumbres de alimentación y sueño, y disponer de algún objeto al que esté muy apegado.

Un verano inolvidable
Disfrutar juntos y sin prisas, aprovechar cada instante con intensidad y emotividad… Y poder recordar esos momentos inolvidables una vez que hayamos regresado. Una cámara fotográfica o de video siempre a mano nos proporcionará después buenos ratos confeccionando los álbumes de fotos y recordando las actividades vacacionales.

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