Cambiar del pecho al biberón a tu bebé

¿Cómo hacer que el bebé acepte el biberón?

Llevas dando el pecho a tu hijo desde que nació y a los dos os gusta la experiencia. Pero ya sea porque retomas tu trabajo o simplemente porque quieres pasar un poco el testigo, tu bebé va a tener que acostumbrarse al biberón.
Encaras el destete con un poco de aprensión. ¿Aceptará bien el biberón? ¿Se debilitará el vínculo que os une? Te asaltan las dudas. Es verdad, es una etapa delicada. Los siguientes consejos pueden ayudarte a gestionarla de la mejor forma posible.

Pasar del pecho al biberón

Para aceptar el biberón, necesita serenidad

Al amamantar a tu hijo, has creado con él un vínculo físico y afectivo muy fuerte. Con el biberón, ya no tendrás las mismas referencias.

Lo que hay que hacer. Es probable que necesites varias tentativas para acostumbrar al bebé. Si la primera vez no es concluyente, no va a traumatizarse por ello. Pide al padre o a otra persona que le dé el biberón, porque es difícil para él estar en tus brazos y que le niegues el pecho. Inténtalo cuando tengas total disponibilidad. Si usa chupete, escoge el mismo tipo de tetina.

Si rechaza el biberón, no lo fuerces. Haz una pausa, paséalo en brazos y vuelve a ofrecérselo. Si sigue sin quererlo, espera un día o dos e inténtalo otra vez o prueba con la cuchara o la taza. Entre los dos encontraréis la mejor solución.

Lo que hay que decirle. No olvides la palabras tiernas y los mimos.

Procura que no beba el biberón demasiado rápido

Tu bebé, que antes pasaba treinta minutos al pecho, puede que ahora termine el biberón en cinco minutos exactos. Y es que mamar requiere un esfuerzo de succión superior al que exige la tetina. El resultado es que con el biberón va demasiado rápido. Tu bebé puede sentirse un poco frustrado y llorar.

Lo que hay que hacer. Al principio, regula la tetina al mínimo. Si eso no basta, escoge una tetina de silicona, menos flexible que la de látex y por la que, por lo tanto, la leche sale más despacio. Por último, haz una o dos pausas en cada biberón y comprueba que eructa.

Tu bebé irá cogiendo el ritmo de forma natural. Pero, mientras tanto, si añora el placer de la succión, ofrécele un chupete.

¿Pasas al biberón? No quemes las etapas

Estás tan contenta de ver que acepta el primer biberón que quieres repetir la experiencia en la próxima comida... Pero cuidado, porque tus pechos rebosantes pueden dolerte. Tu organismo tiene que adaptar la producción de leche al ritmo de las tomas.

Lo que hay que hacer. Procede de forma progresiva. Para empezar, sustituye una sola toma por un biberón, preferentemente el de última hora de la tarde. Dos o tres días después, introduce un segundo biberón y así sucesivamente. Si lo deseas, conserva una toma por la mañana y otra por la noche.

Si sientes dolor, deja que mane la leche presionando y estirando con suavidad los senos en el límite de la areola hasta que te sientas bien. Si los dolores son fuertes, el médico te recetará antiinflamatorios compatibles con el amamantamiento.

Elisabeth Tzimakas con la Dra. Marie Thirion, pediatra.

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